miércoles, 27 de abril de 2022

 Reflexión impune al sentimiento

Carlos Hdez. Guerrero


Quién más para rendirle un anti culto a la cursilería sobre lo que llaman poética, alguna pretensión sobre lo que podemos llamar "antítesis" para el proceso creativo del que menciona en su obra reunida Tarde o temprano (FCE,1980), José Emilio Pacheco (por ejemplo: No me preguntes cómo pasa el tiempo) que no me deja opción para mantener mi distancia par la escritura sentimental (ya ni siquiera practico la escritura como actividad). 

Quienes me leen (que no deben ser más de 1), saben que por mis publicaciones en redes sociales merezco el calificativo de "cursi", y por otro lado, le suman al juicio un sustantivo que lo manda a gran velocidad por el espacio infinito de la condena: "pepinillo cursi".



Cito:


Dóciles formas de entretenerte, olvido:

 recoger piedrecitas de un río sagrado

 y guardar las violetas en los libros

 para que amarilleen ilegibles.


 Besarla muchas veces y en secreto

 en el último día,

 antes de la terrible separación;

 a la orilla

 del adiós tan romántico

 y sabiendo

 (aunque nadie se atreva a confesarlo)

 que nunca volverán las golondrinas.


Y cierro con esta forma de increpar el sentimiento creativo, que por más mancha de cultivos pueriles, me rebasa impunemente mi respeto al gran Pacheco:


Homenaje a la cursilería


                                             Dear, dear!

                                             Life’s exactly what it looks,

                                             Love may triumph in the books,

                                            not here.

                                            W.H. Auden


Me preguntas por qué de aquellas tardes

en que inventamos el amor no queda

un solo testimonio, un triste verso.

(Fue en otro mundo: allí la primavera

lo devoraba todo con su lumbre.)


Y la única respuesta es que no quiero

profanar el amor invulnerable

con oblicuas palabras, con ceniza

de aquella plenitud, de aquella lumbre.


Hay goce en esos renglones, no importa que tan cursi lo encuentres. ¿Cursi yo?

FIN