lunes, 6 de abril de 2015

Esa cosa que es la poesía.

Reflexión sobre el libro del escritor Juan Manuel Ramírez Palomares.
Por Carlos Hernández Guerrero

El pasado 2 de Abril tuve la oportunidad de acudir bien acompañado por mi esposa y mis dos niñas a la Quincuagésima Feria del Libro y Festival Cultural Universitario de la Universidad de Guanajuato, para ser testigos de la presentación del libro ¿La poesía es una cosa? del escritor Juan Manuel Ramírez Palomares, quien además de ser una maravillosa persona, es amigo de familia.

Luego de haber convivido en los espacios de este evento literario, vivimos una anécdota para recordar en la carretera que lleva a San Miguel de Allende (nuestro destino para descansar ese día), aunque no abundaré en este hecho, pero es digno de mencionarlo, un suceso inesperado para ser meditado, y las precauciones que se deben tener para un viaje seguro.

Esta reflexión se circunscribe en la obra del Maestro Ramírez Palomares, desde el momento que, sentados en la escalera de los patios de la Universidad del Antiguo Hospicio Jesuita, escuchaba atentamente las reflexiones que nos compartía sobre su obra, y las intenciones que tiene para con los niños. En otras palabras, el maestro nos menciona que se tiene que colocar en un plano que no es el de los hombres mayores, sino en el de las mentes infantiles y sus formas de vivir con la lectura al frente. Por otro lado, mientras nos leía algunos fragmentos de su poesía contenidos en esta publicación, construíamos imágenes dirigidas, predispuestas por los dibujos que acompañan a cada página, bellamente ilustrados, desde mi punto de vista, por Lilián Bello Suazo.

Para comenzar, el título ya nos invita a buscar respuestas, y nos encamina sutilmente a dar vuelta a la portada. Si se tiene una mente de crítico de la literatura con toneladas de papel digeridos como lector con experiencia, podrían caer en malabarismos intelectuales: “¿qué es la poesía?, ¿que la poesía es una cosa?, ¡acaso no es una pregunta trillada!” Pero no me gustan las posiciones de personajes que deambulan en universos perdidos de palabrería insurrecta. La posición que guarda la obra que nos presenta el escritor, sale de ese contexto esquizofrénico con el que mezclan filosofía y poesía, aunque sean temas de disciplinas íntimamente conectadas y  tan atractivos para el pensamiento y el ambulantaje cultural. (No puedo evitar sin embargo, citar una parte de los ensayos críticos de Ramón Xirau, acerca del sentido de la palabra cuando se intenta encontrar una definición de lo que se entiende como poesía:

Tan difícil es definir lo poético como da una idea precisa de lo que entendemos por poesía. No sólo porque, hecho vivos, poseía y poema se deforman con la definición; no solo porque cualquier descripción del hecho poético se enfrenta con la vaguedad del término mismo de poesía y al término poema igualmente vago; muy principalmente la dificultad surge de la multiplicidad de significados que han dado a la palabra poesía.)

 (Fragmento del poema Todo)

Todo
cabe en un poema
sabiéndolo acomodar
caben el sol y la luna
también las olas del mar

caben tus pies y tus manos
junto a la estrella polar
caben canciones y cuentos
como el de nunca jamás
(…)

Pensar en los niños, aunque también podría decirse que se han hecho trabajos editoriales con temas similares, es un objetivo bien planteado en la obra. Aclara sin embargo, que “es una invitación para niños, padres de familia y maestros, para atisbar y adentrarnos en el mundo de la poesía, como lectores o escritores”, dice en la contraportada. Cito además esta parte que es indispensable, como dice ahí mismo, “a juicio de quien lo escribió”:

La poseía ES, dicho de otra manera sencilla, existe alrededor nuestro y requiere para ser apreciada atención, contemplación y disposición para percibirla en los seres de la naturaleza, en los objetos, en los fenómenos físicos y químicos; en uno mismo y en los demás que somos. La poesía ES UNA, no importa el tiempo, la forma, los medios, ni la “corrección” con que se exprese. ¿La poesía es una cosa? Es frecuente confundir el recipiente con el contenido y llegamos a pensar que la poesía es el poema, y que por lo tanto, solamente es un conjunto de letras con algún sentido oculto sobre el papel. En cuanto se considera que es “una cosa”, un objeto, se ha relegado al desván de los libros o se elude como un obstáculo.

La claridad de la palabra bien conectada con las imágenes que se recrean durante la lectura, nos pone en la intención del escritor. Durante la charla que se dio en esa presentación, nos comentaba Ramírez Palomares haber dado la indicación a Lilián de que “jugara” con su trabajo. Imagino la labor que quedó luego de escudriñar los renglones y ponerlos en una pantalla mental. Creo que no puede ser difícil traer imágenes, porque muchas de éstas, ya están dadas de una manera casi infinita en el lenguaje que nos manifiesta el trabajo realizado. El problema estuvo, quizás, en atraparlas en ese viento imaginativo para luego ilustrarlas con dedicación, cuestionando incluso, si ha alcanzado lo que antes fue concebido en los pensamientos de su creador.

 (Fragmento del poema Voces)

Voces
 (… )
algunas parecen sucias
es por eso que las callo
pero las digo en secreto
cuando nadie está escuchando
una palabra destruye
otra nos da la paz

brillan y lucen sonoras
por eso me gustan tanto
las palabras
con su encanto

Los huecos de nuestra conciencia cuando se es niño, y cuando se quiere ser niño. Y esas voces que nos acompañan siempre, y las usamos, y las guardamos en ese proceso de crecimiento por el que pasamos todos. El trabajo tiene un pensamiento dirigido a los niños, sin duda, pero como dice el libro al principio: dedicado “para ti, y para mí”.

El producto, descargado en una “cosa” que es un libro, ha sido para mí una experiencia importante como lector, y como admirador del arte que envuelve ingeniosamente en poesía el cariño, ya no sólo por las letras, sino por un fin superior como mensaje del maestro Ramírez Palomares: el alma de los niños de hoy y de siempre:

(Fragmento de La Poesía es una cosa)

La poesía es una cosa
que está frente a los ojos
cerca
lejos
y en la luz de los espejos

así alcanza la mirada
a descifrar en la niebla
en el cielo infinito
en la transparencia del agua
en el centro del fuego
en lo alto del aire
(…)

Algo como esto, no puede “eludirse como un obstáculo”. Los invito a poseerlo, a releerlo de vez en cuando y volverlo a poseer. El ejemplar que tenemos en casa, es por ahora, el que permanece en nuestro escritorio de familia, como el buen deseo de un amigo.



Datos sobre su presentación en la 57 Feria del Libro de la Universidad de Guanajuato_: http://www.extension.ugto.mx/index.php/talleres/70-la-poesia-es-una-cosa