El destino de muchos hombres
dependió de tener o no una biblioteca en su hogar...
Edmundo de Amicis
Nuestras
autoridades encargadas de las ferias de libros a nivel local y nacional no usan
indicadores negativos. Las ferias son una verdadera historia de éxito, cada una
es un hito, la referencia de la colocación de libros en el mercado, llegan al
final de su periodo de exposición y venta. Nos mandan cifras de visitantes y
cantidad de espacios repartidos entre las firmas editoriales que reportan
vagamente sus ganancias. ¿Y luego?, los visitantes contabilizados se consideran
nuevos lectores o ¿son lectores habituales que fueron a adquirir el libro
ausente de su estantería?, fueron alumnos de escuela llevados de paseo para
escuchar narradores de historias para niños, ¿y luego?, ¿acaso regresaron con
sus maestros inquietos por saber si entre las becas de la escuela están
contemplados para recibir un estuche de libros? ¿Cómo se contabiliza esto para
decir que estos tianguis de maravillosas cajas de entretenimiento nos ayudan a
mejorar un poco el peso de nuestra vida diaria?
Pregunte a
esos coleccionistas o libreros de ocasión en qué consiste una convivencia con
otros aficionados de la lectura, si los mercados temporales de libros son la
ocasión para incrementar su digestión de historias. Todos podrían, quizás
coincidir, que sólo es la oportunidad de ir a escuchar a nuevas propuestas de
escritores, a sus diálogos con la gente para decirnos, en su propia experiencia
lo que los tiene pegados horas detrás de una computadora (no faltará quien siga
empleando una máquina de escribir, en lo personal extraño la sensación que
imprimen los dedos al golpear con mayor fuerza las teclas), sus desvelos y problemas de pareja, entre
otras cosas.
Si, son
también una oportunidad de convivencia, y si la economía lo permite, llevarnos
los libros que nos faltan en casa, el regalo perfecto para un amigo… el
instante de hundirnos en un breve diálogo de ponentes que detrás del micrófono
nos leen su nueva producción de poemas. Sí, todo por culpa de los libros. (cabe
mencionar la oportunidad que el Fondo de Cultura Económica nos pone a
disposición de los menos afortunados, en cuestiones económicas, colecciones de
libros a menos de 50 pesos).
Desde 1995,
cuando en una reunión de la UNESCO en París se decidió declarar la fecha del 23
de abril como Día Mundial del Libro, ha sido costumbre en unos 100 países
celebrar dos temas importantes: la industria del libro y la importancia de la
lectura.
Pero, y ¿dónde
quedan nuestras bibliotecas? Es entendible que una feria de libros tiene claros
sus propósitos. En años atrás, un soñador llamado Marco Ornelas, pretendía
concientizar sobre el cambio de formato para la FENAL que se lleva a cabo en
León, Gto., (La FENAL a debate, por Marco Orneas, Zona Franca 2016) en una
noble intención por darle un giro diferente a este espacio de convivencia, el
cual llega este 2019 a sus felices 30 años.
Si usted que
lee esto (si es que alguien lo llega a leer) compara las cifras de visitantes,
expositores, actividades y ventas, nuestra querida FENAL está todavía lejos de
pasar de un tianguis a un mercado internacional como la FIL de Guadalajara, sin
embargo no se puede negar que cumple una misión importante entre la sociedad
local y regional. Es la referencia del mundo editorial para el Estado de
Guanajuato en cuanto al libro se refiere, sin menospreciar los otros
maravillosos encuentros que se dan en la FLUG, Irapuato, Celaya y Salamanca por
mencionar algunos.
Las
bibliotecas públicas, tanto del Estado como del gobierno municipal, por su
naturaleza deben ser un elemento base fundamental en la colocación de la
lectura entre la gente. Ya no abundaré sobre los indicadores y estadísticas de
lectura en México, ya traté algo sobre el tema en otro artículo de mi blog
personal Opinanzas Pública y Privadas sobre El
gusto y fomento a la lectura en León, Gto., o aquél apocalíptico apagón analógico en 2015
en la señal de TV abierta Con libros no
hay apagón analógico, Marco Ornelas en la anterior cita nos ilustra también
con números, y los remito a que consulten los resultados del índice de lectura
que nos proporciona el INEGI Módulo sobre Lectura 2018.
Las
bibliotecas a diferencia de una feria de libros tienen un lugar permanente, no
para venta, pero si para poner igualmente a disposición del público una
innumerable dotación de títulos que pueden llevar a casa por varios días
mediante un trámite muy sencillo, así como disfrutarlos en el mismo sitio y
combinando con otras actividades.
Que el libro no desaparece, por supuesto tampoco las bibliotecas
Interior de Biblioteca de la desaparecida Casa Azul, Centro Cultural. |
Que el libro no desaparece, por supuesto tampoco las bibliotecas
"Es posible sentarnos en nuestra
biblioteca y sin embargo estar en todas partes de la tierra"
John Lubbock
Imaginemos un drama, como en la ciencia ficción, dónde
se decreta que las bibliotecas dejan de existir, y para ello, se eliminan los
presupuestos públicos para su mantenimiento. Eso implicaría desde luego que se
dejaran de proveer grandes cantidades de libros para poner a disposición del
público de manera gratuita. ¿A quién le preocuparía?, ¿Quiénes pondrían el
grito en el cielo? ¿Qué haría usted?
No estoy
seguro de ver las calles inundadas de gente con grandes pancartas desquiciando
el tráfico, ni otros tomando las casetas de peaje permitiendo el libre paso de
vehículos en nombre de los libros (y en favor de los desdichados
bibliotecarios).
Pero hay en
el ambiente rumores de que las bibliotecas están quedando atrás ante la
vorágine informática de la Internet y los contenidos multimedia y las redes
sociales. Por ahí encontré un artículo donde se podía leer:
La era de Gutenberg está llegando a su fin.
Después de siglos de triunfo en que la palabra impresa cambió las
civilizaciones, la combinación de tinta, papel y la producción en masa está
siendo reemplazada. Herny Kamen, 2014.
En lo
personal, el libro tiene una magia irremplazable, pero sólo se puede percibir
si en realidad una persona es capaz de haber pasado por una experiencia física
como yo la he tenido a lo largo de 30 años. Es probable que un joven millenial
apenas pueda comprender semejante atrevimiento. Y aclaro, no es que no puedan
llegar a percibirlo, es que ya han nacido con un smartphone bajo el brazo, lo
que a la generación X le pasó con el dichoso control remoto de un televisor y
el ingreso a la experiencia multimedia.
Existen
cierta preferencia por encontrar información en la Internet, las principales
necesidades de los internautas se centran en la “socialización”, mientras que las
actividades escolares y de trabajo podrían ser lo siguiente en el orden de
prioridades, la lectura sin duda está rezagada.
La
asociación de Internet MX presentó sus estudios sobre los hábitos de los
usuarios en México del 2018, y destaca que además de haber 79 millones de
usuarios, el 89% reportó que la usa para acceder a redes sociales, mientras un
65% dice usarla para leer, ver o escuchar algo relevante de los cuales el 41%
menciona emplearlo para la búsqueda de libros. El mismo porcentaje menciona usarla
para ver películas en línea.
Si
consultamos el Módulo de Lectura MOLEC del INEGI de 2018, el estudio mostró que
de la población mayor de 18 años y más, sólo el 9.8% asistió a alguna
biblioteca para la práctica de la lectura. En cambio un 17% lo hizo en alguna
librería (entendamos como librería el lugar donde se venden libros).
Según esta
misma encuesta, del 2015 al 2018, la población lectora de libros de 18 años y
más incrementó su gusto por la lectura en formato digital del 5.1% al 10.7%, en
5 años subió prácticamente al doble, en cambio, la población lectora de libros
impresos pasaron del 50.2% al 45.1% que declaran leer al menos un libro en 12
meses.
Las cifras
no ayudan a nuestras bibliotecas, ¿verdad?, datos así justificarían una
predicción apocalíptica sobre su condena. Pero esos datos ¿son suficientes para
caer en semejantes vaticinios? Verá usted, resulta que el MOLEC también
registra una caída en la lectura de periódicos, revistas y páginas electrónicas
como foros y blogs: del 2015 al 2018 pasó de 76.6% al 69%, ¿entonces? Lo que
está cayendo es la lectura como tal, aún en términos de preferencias por
contenidos, en términos porcentuales, la
lectura de libros cayó en un 10.1% y los otros tipos de lectura representa un
9.9%, desde mi punto de vista, no son los libros en sí, sino ¡la lectura misma
luego de 5 años!.
Lo que está
fallando es la estrategia para crear más lectores, y luego esto arrastra por
supuesto el gusto por asistir a alguna biblioteca para poder acceder a un
libro. Aprovechando la información del INEGI, el MOLEC nos dice que los
lectores de libros que lo hacen en su casa representan el 85.6 %. Esto quiere
decir, que podrían tener libros propios o no, y que por lo general no están en
otros recintos como las bibliotecas, pero son éstas, quizás, las proveedoras
del instrumento. El 41.3% manifiesta que lee por gusto o por cultura general,
el resto lo hace por cuestiones de trabajo, escuela u otro.
Si me
permiten establecer una teoría, las bibliotecas quizás no están albergando a
los lectores en su interior, pero si están siendo los medios para que los
ciudadanos tengan en sus manos, por un tiempo, el libro de su interés, como es
una de los propósitos de estos recintos de resguardo. Pero la lectura está
llevándose a cabo en el hogar y en lugares que se los permitan.
Señores y
señoras, las estrategias son las que están fallando, quizás desde las aulas,
pero también desde casa y desde las oficinas de gobierno que supuestamente
están preocupadas por crear sociedades más educadas en aras de su propia salud
y gobernanza.
El
complemento actual de una biblioteca está en un ingenio para que la vida urbana
tenga en las bibliotecas los espacios de convivencia por excelencia. Seguirán
almacenando libros, por supuesto, pero deben estar combinando las nuevas
tecnologías para complementar la rapidez con que las nuevas generaciones
demandan la comprensión del mundo que los rodea.
Esto implica
desde luego, contar con profesionales en el servicio público que además de
conocer métodos de clasificación de libros, posea entre otras cosas,
capacidades de orientación en consultas electrónicas, organización de grupos de
estudiantes para investigar información confiable y adecuada o puntual (saber
que lo que se busca es lo realmente relevante), tener capacidad de ser
interlocutor entre el ciudadano y la autoridad de la que demanda ciertos
servicios. Porque esto último es tan común en barrios y colonias populares,
ante una evidente falta de calidad educativa en ciertos grupos de la población,
personas acuden para resolver temas de diversa índole, entre los que se pueden
mencionar la falta de seguridad pública, campañas de vacunación o asuntos
escolares como becas, culminar estudios para adultos e inscripciones para los
ciclos escolares.
He detectado
a adultos mayores que no tienen conciencia de la utilidad que tiene acercarse a
una biblioteca, y esto se debe a una falta de capacidades de nuestros
bibliotecarios para dedicarles el tiempo necesario y suficiente a fin de
captarlos con actividades especiales para ellos, usando por supuesto el poder
de la lectura, una lectura bien dirigida y oral. Esto por supuesto debe
reflejar en un futuro inmediato un gusto por acudir con regularidad, si bien
pueden padecer de sus facultades físicas como la vista, el contacto con niños
narradores y otros.
Según el
INEGI, vamos a requerir mucha atención, y muchos voluntarios (que se traduce en
mucha voluntad) para atender a nuestros viejitos, ya que de 1990 al 2015 pasamos
de 16 personas adultas por cada 100 habitantes a 38, mientras que la relación
de dependencia por edad ha bajado de 66 años a apenas apoco menos de 55 años. Las
bibliotecas serán una alternativa importante para ocuparnos en su salud mental
mediante actividades relacionadas con la lectura.
Si pensamos
que las bibliotecas deben cubrir una determinada población, pensemos que para
el 2012, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) y
el INEGI señalaron que había una biblioteca pública por cada 15 mil habitantes,
y para ese año, el 60% de las escuelas de nivel medio superior no contaban con
bibliotecas propias para sus alumnos.
Por otro
lado, un documento elaborado por Federico Hernández Pacheco del instituto de
Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información de la UNAM en 2012:
Éstos y
otros documentos tienen la particularidad de considerar a la biblioteca, y
sobre todo a la biblioteca pública, como un factor de desarrollo e instrumento
de cambio social, y por ello, capaz de incidir en la vida de las sociedades en
las que se encuentra. De ahí el interés y el apoyo por parte de gobiernos y
diversas instancias privadas para desarrollar infraestructuras bibliotecarias,
y para incrementar y modernizar todos los servicios que se brindan.
Mucho se ha
escrito sobre la pertinencia de desarrollar sistemas de bibliotecas públicas en
los países en vías de desarrollo, pues como señalan la UNESCO y la IFLA
las unidades de información de libre acceso
desempeñan un papel importante en el progreso y mantenimiento de una sociedad
democrática, al ofrecer a cada persona acceso a toda una serie de conocimientos,
ideas y opiniones.
Las
bibliotecas públicas han sido definidas según los momentos históricos, marcos
geográficos, políticos y legales, necesidades e impactos sociales, variedad y
oferta de servicios, entornos tecnológicos, etcétera. Por ejemplo, una
definición que da la UNESCO de 1972, aún con fuerza y vigencia, es la
siguiente:
La biblioteca pública es una institución
democrática para la enseñanza, la cultura y la información. Es el principal
medio para dar a todo el mundo libre acceso a la suma de los pensamientos y de
las ideas del hombre y a las expresiones de su imaginación creativa. La
biblioteca pública como fuerza viva al servicio de la enseñanza, la cultura y
la información y como instrumento indispensable para el fomento de la paz y la
comprensión entre las personas y entre las naciones.
Otra
definición de la misma UNESCO, y que va acorde con la sociedad de la
información y del conocimiento que actualmente vivimos, considera a la
biblioteca pública como un centro de
información que facilita a los usuarios todo tipo de datos y conocimientos, y
que presta sus servicios sobre la base de la igualdad de acceso a todas las
personas, independientemente de su edad, raza, sexo, religión nacionalidad,
idioma o condición social.
Asimismo, el
Manifiesto IFLA–UNESCO de 2002 define a la biblioteca pública como:
una organización establecida, respaldada y
financiada por la comunidad, ya sea por conducto de una autoridad u órgano
local, regional o nacional, o mediante cualquier otra forma de organización
colectiva. Brinda acceso al conocimiento, a la información y al trabajo
intelectual a través de una serie de recursos y servicios y está a disposición
de todos los miembros de la comunidad en igualdad de condiciones, sin
distinción de raza, nacionalidad, edad, sexo, religión, idioma, discapacidad,
condición económica y laboral y nivel de escolaridad.
Las
definiciones ahí están, deberían crear conciencia en quienes cae alguna
responsabilidad o función pública para lograr una sociedad democrática, como lo
señala la cita anterior, y su presencia en el país nos dice que han existido
esfuerzos importante a lo largo de más de 30 años, desde que en 1983 de crea la
Red Nacional de Bibliotecas Públicas (RNPB) gracias al Plan Nacional de
Desarrollo de aquél entonces, el país contaba con 351 bibliotecas para atender
77 millones de habitantes. En 1988 se crea la Ley General de Bibliotecas. En
2013, la Dirección General de Bibliotecas, dependiente del CONACULTA informaba
que se contaba ya con 7 mil 363 bibliotecas públicas en 2,281 municipios,
actualmente el país es de más de 115 millones de habitantes, donde “La
participación del gobierno federal es básicamente de carácter técnico y normativo,
en tanto que a los gobiernos locales corresponden las tareas y
responsabilidades operativas de cada biblioteca.” Secretaría de Cultura, 2013.
La ciudad de
León, Gto., cuenta con 22 bibliotecas públicas municipales y una biblioteca
Estatal distribuidas a lo largo del territorio municipal, esto nos dice que si
León cuenta con 1 millón y medio de habitantes, tendríamos una biblioteca por
cada 65 mil habitantes.
El España,
se establecen ciertas “recomendaciones” sobre la manera en que se debe
satisfacer ciertas necesidades de servicios bibliotecarios:
Recomendaciones sobre número de bibliotecas
por habitantes y puntos de servicio
Pautas de IFLA (Federación Internacional de Asociaciones
de Bibliotecarios FIAB):
·
1 biblioteca
en poblaciones de 3.000 habitantes
·
1 Sistema de
bibliotecas: A partir de 50.000 habitantes.
Recomendaciones de INTAMEL (International Association
of Metropolitan City Libraries) para ciudades de más de 400.000 habitantes:
·
1 Biblioteca
central que coordine el sistema de bibliotecas de la ciudad
·
1 biblioteca
de distrito para poblaciones de más de 100.000 habitantes
·
1 biblioteca
de barrio cada 15.000 habitantes. Sus fondos serán sobre todo libros infantiles
y
· de 1.000 a 2.000 para adultos.
Ministerio de Cultura (España)
1. Debe haber una biblioteca en todas las
poblaciones de más de 3000 habitantes.
2. En poblaciones de 30.000 a 400.000
habitantes debe haber: 1 biblioteca central; 1 Biblioteca sucursal por 15.000
habitantes.
3. En poblaciones de más de 400.000
habitantes: 1 biblioteca central, más 1 de distrito por cada 100.000
habitantes, y una de barrio por cada 15.000 habitantes.
El bibliotecario, ese humano incomprendido
Por el grosor del polvo en los libros de una
biblioteca pública puede medirse la cultura de un pueblo.
John
Steinbeck
Señora, mi
hija quiere hacer su tarea
Bienvenida
señora, por favor registre su visita y mientras dígame qué es lo que necesita.
Buscamos
algo sobre los invertebrados
Muy bien, en
seguida te paso algunos títulos para que los puedas consultar.
Verá ella ya
está en la prepa
Si señora,
le encontraremos algo para su nivel…
¿Tiene
computadoras?
Si señora,
ahí puede también consultar si gusta, enseguida le traemos algunos libros, de
biología y vida animal
¿libros?
Si señora,
aquí están, ¿aún no tiene su credencial de usuario?
¿credencial,
¿para qué?
Podría serle
útil, para poder llevar libros que necesite a su casa en calidad de préstamo.
¿Y cobran?
Pero, y ¿si mejor nos presta una computadora?
El trámite
es gratuito y no cobramos los servicios, sólo debe cubrir ciertos requisitos.
Deje los
libros, no tengo tiempo de trámites, nos presta mejor una computadora.
Por
supuesto, anótese en esta lista y enseguida tome la número 3 por favor
¿y nosotras
pasamos solas?, ¿no tiene a alguien para que nos ayude?
Muy bien,
aquí tenemos a Uriel, nuestro chico de servicio que le apoyará hacer su
búsqueda por Internet, también le entrego estos tres libros por si los gusta
revisar.
Deje los
libros, buscaremos en la computadora
Como guste
señora
Hola niño,
nos buscas ¿algo sobre los invertebrados?
Claro que si
señora, abra Google en el navegador y le diré dónde teclear la palabra que
busca
¿y no puedes
hacerlo tu?
Por supuesto
señora, mire aquí anotamos “in ver te bra dos”, invertebrados, ¿lo ve?, ahora
seleccione una de las citas que se muestran, ¿lo ve? Algunas son notas de
fuentes series como universidades, o está Wikipedia, otras a veces son de
trabajos escolares que publican estudiantes, también…
Esa, esa…
por favor escoja uno de esos trabajos, ya están hecho ¿no?
Bueno… pues
sí, pero no los recomiendo..
Señorita,
¿puede venir?
Dígame
señora
El joven
dice que no podemos seleccionar algo que esté en Internet aunque ya está lo que
estamos investigando
¿”Están
investigando”?... ¿las dos, o sólo la jovencita?
Bueno, yo le
estoy ayudando ya ve que no hay que dejarlas solas.
Muy bien, lo
que le dice mi chico de servicio social es que ustedes tienen que seleccionar
de todo lo que ha encontrado Google cual es la información que más le ayuda y
que sea una fuente completa y con fuentes confiables.
Pero le
estoy diciendo que esta que está aquí ya tiene todo lo que necesitamos.
Muy bien,
entonces si ya encontró lo que buscaba, tome la referencia en un documento,
aquí está el ícono del editor de texto para que comience a pasar su
información.
¿y no lo
puede hacer este chico Uriel?, verá tenemos prisa.
Sería mejor
que lo hiciera su hija.
Peeeeroo… es
que yo nunca he usado estas computadoras.
Mi hija
nunca ha entrado a la biblioteca, ¿sabe? Y por eso le pedimos ayuda a ustedes,
para eso están.
Señora,
claro que estamos para ayudarle, pero el uso de un editor de texto es igual en
cualquier computadora que tenga Windows.
Pues no sé,
ustedes me pasaron la información, y ya sólo necesitamos pasarlo a su trabajo,
¿acaso no pueden hacerlo? Además necesitamos que lo impriman.
Uriel, copia
el texto que encontraron, pégalo en un editor de texto y que lo revisen y lo
guarden en su USB o lo guarden en la nube, porque verá señora, nosotros no
tenemos impresoras para los usuarios, ustedes tendrán que ir a un cibercafé
No traemos
memoria señora
Entonces
mándelo por correo, abran su cuenta y deposítenlo en drive o alguna cuenta que
tengan
¿y ustedes
tampoco nos pueden hacer eso?
Miren,
¿cuentan con alguna cuenta de correo?
Sólo tengo
Facebook
Me refiero a
correo electrónico como Gmail o Hotmail, aquí no podemos abrir redes sociales
Pues hace
mucho que no la uso, más bien no sé, ¿usted nos podría decir?
Mamá, es con
la que abrimos la cuenta de Facebook.
Pues ni me
acuerdo, ¡no sabía que esto era tan engorroso!, en fin, ¿usted nos va a abrir
nuestra cuenta de correo?
Señora, la
cuenta es de usted o de la jovencita, entre a google y abra la opción Mail,
solo que requiere su contraseña, ¿si a tiene?
Es que ya no
nos acordamos, por eso le digo que si nos puede abrir una, por Facebook sería
más fácil, a ver hija que te abran una, joven abra una cuenta por favor.
Está bien
señora, a ver piense en un nombre pueden ser sus nombres y algún número y vaya
pensando en la contraseña.
Pero, ¿qué
usted no puede hacer eso?
No señora,
es que va a ser su cuenta personal y será sólo de usted, yo no puedo tener sus
datos personales.
Hija, ¿así
fue de difícil cuando abrimos Facebook?
No mamá, es
que ahí estaba mi amiga Marta ella se quedó con las claves de entrada.
Señora,
necesito su nombre de correo y que me dé una contraseña. Sólo así usted podrá
copiar los datos que encontró en Google en un correo y luego llevarlo a
imprimir a un ciber.
¿Y todavía
tengo que ir a otro lado a imprimir? Si todo está en Google mejor lo hubiéramos
hecho en la casa. Deveras que venir a la biblioteca es mucho relajo, deberían
hacernos las cosas más fáciles, entonces ¿para qué están ustedes los
bibliotecarios?
FIN
Entre tantos
seres que cumplen una función de atención al público, que no han recibido un
trato justo, están los bibliotecarios. Si bien, como en muchas profesiones hay
evidentes actitudes mediocres, también los hay quienes cumplen una tarea
importante en la estabilidad de las comunidades y rincones de las ciudades.
Las
bibliotecas lucen con pocos visitantes, pero no deberíamos sorprendernos, a
mucha gente que esto ocurra les importa tanto como que hay una tormenta
permanente en Júpiter.
Les contaré
una historia verídica sin dar los nombres reales de los protagonistas: en
cierta biblioteca pública un día de acerca una persona solicitando un libro
para su hija, pero como muchos casos, no sabe qué leer, así que va dispuesto a
escuchar recomendaciones. Dado que la jovencita de 9 años confiesa que nunca ha
abierto un libro, el bibliotecario decide recomendar algo que en lo personal es
de su gusto. Piensa en algo divertido, una lectura corta, sencilla sin palabras
complejas, así que selecciona El Principito de Antoine De Saint Exupéry. Hasta
ese momento nuestro funcionario público está convencido de que ha hecho una
buena elección.
Hasta cierto
punto, el medio literario nos trata influir sobre las lecturas obligadas y
catalogadas para ciertos grupos de edad. En lo personal me gusta El Principito,
una obra que tuve que leer a corta edad por instrucciones de mi maestra (quien
por cierto apenas conocía la historia, cumplía una indicación de carácter
académico). Dejaré a la crítica y
expertos su opinión sobre el valor de la obra y sus innumerables enseñanzas a
través de alegorías, el caso es que en mi humilde opinión, este libro no fue
creado intencionalmente como una obra para niños. No es un cuento pensado en
modificar el pensamiento infantil sobre su concepción del mundo (¿cómo puede un
infante cuestionar la ética profesional, el propio crecimiento personal o
entender la doble personalidad desde las historias que maneja?), creo que por
otro lado, De Saint Exupéry pensaba en concientizar a la población adulta desde
los propios ojos de los niños, lo cual se manifiesta apenas comenzada la
lectura con el elefante dentro de una serpiente.
Pues bien,
el efecto deseado de nuestro bibliotecario no tuvo éxito. La niña tuvo
conflictos para comprender el libro, pero no sólo por el libro mismo, sino la
disciplina que se le imponía para que lograra acercarse a la lectura. No puede
ser por obligación, en muchos casos, a los jóvenes de secundaria les piden que
lean algunos capítulos de El Quijote y terminan aborreciéndolo. Un lector
menos, un número que afecta a los indicadores de desempeño que dan “sentido” al
servicio público.
Y tampoco
podría ponerme en el plan de “catalogar” libros para grupos de edad, no quiero
caer en una ofensa a la inteligencia de los niños, bien habla Felipe Garrido
sobre el que puedan vivir la experiencia de tener ciertas obras en sus manos:
“La experiencia nos ofrece unas cuantas
lecciones. Que la puerilidad y el tono moralizante no son los mejores recursos
para ganar el interés infantil. Que el fondo irracional, intuitivo, imaginativo
que subyace en los mitos, los juegos tradicionales, las coplas populares ejerce
invariablemente en su imaginación” Garrido, El buen lector se hace, no
nace. 2004.
Si me
preguntan entonces cómo presentar El Principito para los niños, creo que
primero debemos acercar a los adultos para que utilicen su enseñanza en muchas
prácticas de la vida diaria, y luego, algún día, antes de irse a dormir, le
podrán platicar las historias del Zorro o de la rosa, quizás el pequeño podrá
entonces preguntarse quién es ese famoso Principito y decidan acudir a su
biblioteca o con suerte aparezca en su lista de regalos para la carta a los
Reyes Magos. Hay en este sencillo ejemplo, un caso de estabilidad emocional en
un hogar, y una responsabilidad social compartida para alojar buenas costumbres
en las familias.
Así que el
bibliotecario es en primera instancia, un enlace entre el conocimiento y la
capacidad de una persona para adquirir dicho conocimiento. En segundo lugar, es
la cara del servicio público cuando el ciudadano acude a tratar de resolver
ciertos problemas particulares.
“…el
bibliotecario es el nexo entre la información y el usuario, dependiendo muchas
veces de la madurez emocional que presenten ambos interlocutores, háblese del
bibliotecario y el usuario, esta información se interpretará de forma rápida y
sencilla. Según Jorge Vallejo en su libro Relaciones Humanas, indica que “la
Madurez es un factor biológico, trasmitidos por medio de las leyes herenciales
y grabados profundamente en nuestro sistema genético.” (VALLEJO, 1993)
Siguiendo
los casos de nuestros bibliotecarios, el espacio que fue destinado para alojar
una cierta cantidad de libros y sus mesas para su consulta, también es un lugar
de esparcimiento. Hace mucho tiempo, varias de ellas han perdido esa imagen de
lugares silenciosos atendidos por una viejita regañona de lentes que todo el
tiempo pide que no arrastren las sillas. También son el lugar perfecto para
recibir a los niños expulsados de las casas donde “estorban”, una bendición
podemos verlo así, para el noble propósito de la biblioteca. Mejor que terminen
ahí que en ciertas calles cargadas de peligros y malas influencias.
Esta
práctica común en muchas familias, de no tener niños en casa tiene sus
explicaciones. Las familias actuales comienzan a predominar las
responsabilidades compartidas sobre el trabajo, pero también aquellas que por
problemas diversos y complejos, se deterioran las relaciones. Las casas
terminan por ser espacios de intolerancia y finalmente de separación afectiva y
física. Los niños y jóvenes buscarán aquellos lugares en donde puedan
encontrarse consigo mismos, para descargar sus fobias, o simplemente ser
escuchados.
La
tradicional “tarea” de la escuela es llevada a nuestros recintos donde algunos
acuden solos o en grupos, sin embargo, apenas tienen idea de cómo realizar una
investigación con los libros. El uso de la Internet conlleva muchas ventajas. A
sólo unos clics de Google aparecen incontables citas a las que sólo se deben
seleccionar sin indagar sobre su valor y veracidad. Se pueden copiar y pegar.
El libro merece un trato que parece complicado, aburrido y tardado. Si la
información reunida sólo pasó de la computadora a la libreta, sin tocar alguna
neurona de nuestros usuarios, entonces el conocimiento vale lo mismo que un
trilobite guardado en piedra millones de años debajo de toneladas de lava.
En ambos
casos, los niños “expulsados” y aquellos que desean hacer su tarea, requieren
atenciones especiales, las causas son distintas, y los resultados
trascendentales. Los beneficios llevan diferentes actores: padres de familia,
maestros y por supuesto los niños y jóvenes. Nuestro bibliotecario es entonces
una especie de psicólogo social, y tendrá que aplicar una terapia apropiada
para cada paciente, y su instrumento es el libro.
Hay quienes
podrán decir que la función del bibliotecario gira alrededor del libro, pero
no. Su función gira en torno al individuo, las personas. Su fin son los
usuarios y el libro su instrumento. Es el interlocutor, como se menciona
arriba, entre el conocimiento almacenado en hojas impresas o en las
computadoras con cada individuo. Su fin es ayudar a colocar el conocimiento delante de cada cabeza. Y
para ello escucha y tolera el estado de ánimo de cada visitante, requiere de
una gran paciencia para lograr una extraña combinación, en ciertos momentos, de
una cara de hierro y otra de payaso.
Las
bibliotecas públicas tienen la misma importancia desde que por primera vez,
alguien en el pasado lejano decidió concentrar algunos papiros, o lápidas con
símbolos y mensajes. Porque colocarlas en un mismo lugar para que podamos
acceder a sus contenidos, tienen el mismo fin: compartir el conocimiento y
abrir los ojos de nuestra existencia. Con los ojos abiertos percibimos la luz,
encontramos caminos, intercambiamos sonrisas, percibimos amenazas y encaminamos
a las nuevas generaciones.
Monjes Cuenta Leyendas de León, Gto, presentándose en la Biblioteca Pública Municipal Ma. Esther Valtierra |
Cabe mencionar que la preparación de niños narradores debe su importancia a impulsar a los estudiantes a desarrollar sus capacidades psicomotrices, pues a partir de la lectura, deberá desenvolverse en un escenario donde sólo el poder de su lenguaje deberá colocar imágenes y sentimientos en la cabeza de los oyentes, con movimientos simples de sus manos, y la expresión de sus rostros sin caer en la actuación ni el uso de artefactos a su alrededor. Ese es el poder del lenguaje que se imprime desde que se lee un libro, y pensando que muchas ocasiones, los concursos de narradores caen en el error de calificar la dramatización de los movimientos más que aquellos expresados con palabras (he sido testigo de verdaderos actos de circo en concursos de esta clase, lo adecuado en estos casos es impartir cursos de actuación y la literatura se presta maravillosamente con grandes obras de la literatura clásica y contemporánea). Los niños gradualmente deberán mostrar en su entorno escolar y familiar una mejora en su desempeño, al socializar y mejorar su aprendizaje.
Lo anterior
debido a que durante la práctica se logra mejorar la articulación fonética, en
primer lugar, luego está la memoria, a partir de la lectura o escuchar entran
los procesos cognitivos que intervienen en el desarrollo y enriquecimiento del
lenguaje. Contar con estas capacidades, los niños y jóvenes podrán adquirir la
seguridad al momento de enfrentar una diálogo, y en seguida enfrentar las
miradas de un público expectante. (El cuento como recurso en audición y
lenguaje, Cabezas Jurado, Rosa María, 2007).
A partir de
esto, me pregunto si las habilidades de nuestros bibliotecarios implican una
formación pedagógica, al menos, unas nociones elementales para resolver las
situaciones que se presentan de manera fortuita con los usuarios.
Conclusiones
Siempre imaginé el paraíso como una especie
de biblioteca.
Jorge Luis
Borges
Las
bibliotecas ya dejaron de ser un espacio silencioso, ahora son verdaderos
puntos de encuentro, temporal si se quiere ver así, para estudiantes y personas
que acuden a completar trabajos de escuela, o bien, adultos que buscan aprender
el uso de las nuevas tecnologías. Cuando
son bien atendidas y poseen el material adecuado, pueden competir con centros de
enseñanza, y como mencionamos, se convierten por horas en guarderías de niños y
jóvenes.
Requieren de
la profesionalización de su personal en diferentes ramas del conocimiento y del
servicio público. El bibliotecario es portador de mensajes de la administración
civil en turno, es la cara del poder público, pero por otro lado, son
formadores también de niños que comienzan a perder el miedo ante la sociedad
pues también se preparan para ser niños y jóvenes narradores, o bien y esto me
consta, para ser también escritores. La
atención a adultos mayores viene a ser crucial ante un grupo de la sociedad que
es cada vez más numeroso.
El
bibliotecario o la bibliotecaria que recibe esta responsabilidad, quizás no
está consciente en un principio de las múltiples funciones que se le asignan,
sino hasta que tiene a los usuarios enfrente, así como las metas y
convocatorias de formación y actualización a las que debe aplicarse.
Entonces,
las bibliotecas podrán adquirir, al menos en la conciencia colectiva, la
importancia y el reconocimiento que merecen, y de este modo, apoyarles en su
lucha por sobrevivir, dando formación permanente a nuestros bibliotecarios,
procurarles un sueldo digno de su responsabilidad, equipando la biblioteca con
acervo actualizado, tecnología de punta y mejorando sus instalaciones con
espacios suficientes para albergar
diversos tipos de usuarios.
Incluso han
ido más allá, cuando su personal acude a escuelas y festivales culturales para
promover la lectura, es decir, la biblioteca cumple con su función
democratizadora y forjadora de la identidad local.
Los
gobiernos en todos sus niveles, parecen cumplir sólo con rutinas y protocolos,
o hasta cubrir puestos burocráticos, engrosar pues la nómina sin un plan
profesional. Las bibliotecas públicas deberían ser un valor digno de
defenderse, como en su momento Alejandría mostró al mundo uno de sus
principales íconos que le dieron identidad y orgullo, como también los libros
resultaron ser el mejor instrumento para conservar nuestra memoria, guardián de
la cultura y piedra angular de todas las sociedades que han contribuido al
avance de las ciencias y del arte.
Referencias de consulta
Biblioteca y lectura: una necesidad que no pasa de moda, por Ivonne Mónica Betancourt Terán, http://www.infotecarios.com/biblioteca-y-lectura-una-necesidad-que-no-pasa-de-moda/#.XHmE2YhKjIU
Opinanzas públicas privadas, Carlos Hernández Guerrero
El gusto y fomento a la lectura en León, Gto., http://opinanzas.blogspot.com/2014/01/el-gusto-y-fomento-la-lectura-en-leon.html
http://opinanzas.blogspot.com/2015/12/con-libros-no-existe-el-apagon-analogico.html
LIBROS Y BIBLIOTECAS, By Carolina Borgesi http://proyectodigital.com/libros-y-bibliotecas
Kamenm Hernry, La desaparición del libro https://www.elmundo.es/opinion/2014/04/16/534ed68c22601d2c728b457a.html
Ferias, La poesía es esa bestialidad más y menos perfecta capaz de abrirse paso entre 2.000 editoriales
https://elpais.com/elpais/2019/01/01/opinion/1546366896_135977.html?fbclid=IwAR0pFbtaaIBf-cxaD1I8NfYZl-9SB-bG4OVBhK03RUf-sFu7u2Bt0bd-ejc
7 gráficos sobre los usuarios de Internet en México 2018
https://www.eleconomista.com.mx/tecnologia/7-graficos-sobre-los-usuarios-de-internet-en-Mexico-en-2018-20180517-0077.html
INEGI, MOLEC Módulo sobre la lectura, resultados 2018, http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/proyectos/encuestas/hogares/modulos/molec
INEGI, Estructura de la población http://www.beta.inegi.org.mx/temas/estructura/
Marco normativo e indicadores de las bibliotecas públicas de México y Colombia
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0187-358X2012000300009
La biblioteca responde, http://pregunte.es/consulta
FIAB, IFLA, Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios https://www.ifla.org/ES/about.
https://www.ifla.org
Gobierno Municipal de León, https://www.leon.gob.mx/leon/bibliotecas.php#
*Bloguero (http://opinanzas.blogspot.com/), lector aficionado, escribe y publica en PoetasHispanos.Net, participó en talleres y laboratorio de escritura creativa con la Universidad de Guanajuato, estudió opinión pública y comunicación política por la Universidad Iberoamericana, consultor en temas de tecnologías de la información, análisis geoespacial, colaborador de empresas como Intelligeo, GeoUmbral Consulting y URBE Consultores, especializadas en usos de sistemas de información geográfica y geomárketing. Actualmente organiza círculos de lectura y es Coordinador académico y gestor cultural de ProArte y Cultura de León, AC.