martes, 30 de diciembre de 2014

Consejos y frases para comenzar el año 2015.

Algunas consejos para comenzar el año 2015 (algunas de Miguel Angel García, del libro "Aprendiendo de los mejores" al parecer, dirigido al mundo de los negocios pero que le veo un toque interesante). Regularmente compartimos algunas frases en las redes sociales, pero ahora concentro material de reflexión que pueda ser la base para pasar a la acción en nuestras vidas.

1. Lo primero de todo: decide lo que quieres ser, hacer y tener.
2. El secreto de avanzar es comenzar.
3. Tu mente dirige tu vida, o controlas tu mente o tu mente te controla a ti.
4. La acción es la verdadera medida de la inteligencia.
5. Hacer el bien a los demás es la forma más inteligente de recibir.
6. Tu capacidad de aprender es tu activo más valioso.
7. Regla número uno de las relaciones personales: haz sentir importante a la gente.
8. Vivir es elegir, y elegir es descartar.
9. Vivir es atreverse a que sucedan las cosas.
9. El único fracaso es no intentar aquello que deseas.
10. Ser inteligente es saber disfrutar cada instante.
12. El mundo, léase la gente, cree en quien cree en sí mismo.
13. Lo importante no es lo que sabes, sino lo que haces con lo que sabes.
14. Toda acción nace de una emoción; primero conmueve y luego convence.
15. La confianza es el alimento del talento
16. Tú no eres tus títulos, eres tus logros.
17. No digas que no tienes tiempo, dí que tus prioridades son otras.
18. Se puede saber mucho de todo y no hacer nada de lo que se sabe.
19. Productividad no es hacer muchas cosas, sino eliminar todo lo que no tiene que hacerse.
20. Si quieres más logros, tienes que exigir más de tí mismo.
21. Un feedback honesto puede ser duro de escuchar, pero no es lo mejor para nuestro desarrollo profesional.
22. No vendas productos o servicios, vende soluciones.
23. Lo que realmente tiene mérito es continuar cuando sientes que no puedes más.
24. Sabiduría no es saber, sabiduría es hacer.
25. Estar más preocupados por su conciencia que por su reputación. Porque su conciencia es lo que eres y tu reputación es lo que otros piensan de ti. Y lo que otros piensan, es su problema.
    (Bob Marley)
26. Aquél que da la razón demasiado pronto, está condenado a padecer de ignorancia.
27. Si quieres resultados diferentes, no sigas haciendo lo mismo. (A. Einstein)

Algunas frases célebres para llevar en la mente durante nuestro paso diario por la vida. Sé que pueden faltar muchas más, pero estas tienen algo de sentido:

En general los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven.
Nicolás Maquiavelo.

En momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento.
A. Einstein.

Ningún conocimiento humano puede ir más allá de su propia experiencia.
John Locke

No hay grandeza donde faltan la sencillez, la bondad y la verdad.
León Tolstoi.

Yo no pretendo imponer mi verdad, respeto e incluso admiro las superiores, antogónicas y bien sustentadas opiniones. Asumo que el sabio puede cambiar de opinión. El necio, nunca.
Immanuel Kant.

FELIZ AÑO NUEVO 2015.

martes, 12 de agosto de 2014

La irrupción del mosquito ciudadano.

Por Carlos Hernández Guerrero.

Aquí les comparto mi reflexión de hoy, con los insectos rondando y mientras me rasco impaciente.



La escena es típica, es nuestra experiencia mundana de cohabitar estas ciudades, repletas de inmundicia, que si bien, la palabra nos puede traer imágenes de basura, lo peor viene del interior de sus habitantes: parado en el crucero, apenas se enciende el color verde del semáforo y ya estamos recibiendo “recuerdos” con las bocinas del claxon para que avancemos. Lo bullicioso de los motores se combina con arrancones innecesarios y lo espantoso de aquellos que no solo logran llamar nuestra atención con sus autos operados. Les han colocado equipo de sonido digno de un auditorio del tamaño del estadio Azteca, de este modo, han insertado en nuestros espacios inter craneales vibraciones permanentes de maldiciones y otras palabras despreciables (“mierda” parece irónicamente apropiada, casi apetecible).



No tienen piedad de los que, con un poco de esperanza, andamos obligadamente buscando las oportunidades prometidas para garantizar el sustento, o refugio para nuestro s cuerpos cansados. Perdemos la concentración y llegamos a casa rechinando los dientes de impotencia. Tendremos que agregar que una vez en casa, la escena se repite con la invasión de motocicletas que exceden la velocidad en estruendosos acelerones que casi rompen los vidrios de las ventanas y luego en chillonas bocinas nos ofrecen gas, elotes cocidos o tamales que son arrastrados por un triste caballo que avanza enclenque soportando una cruz que ningún mesías habría elegido. (A pesar de todo me encantan los elotes y los tamales).



Todo esto refleja, además de falta de autoridad para controlarlos, una sociedad irresponsable, altanera y poco digna de cualquier aspiración de justicia. “son unos cuantos”, dirían algunos, “así no somos todos”, dirán otros, al fin “es lo mismo”, les respondería yo. Las actitudes que asumen esos “no pocos” se ven reflejadas de muchas maneras, en acciones con falta de respeto a las autoridades (que tampoco se dan a respetar, finalmente, son ciudadanos que terminan asumiendo los cargos públicos).

El escritor Francisco Hinojosa, nos había compartido, a través de Twitter la reflexión de Guillermo Fadanelli, “El mistral en la Escandón” (El Universal, Agosto 11), comienza con una buena reflexión de Shopenhauer: Hace tiempo que sostengo la opinión de que la cantidad de ruidos que uno puede soportar impasible, está en relación inversa con sus facultades mentales y puede ser considerada por tanto, una medida aproximada de las mismas. No estaremos completamente civilizados hasta que el ruido quede proscrito y nadie se arrogue el derecho de irrumpir en la conciencia de un pensante. Fadanelli termina su reflexión anunciando que, fastidiado por las circunstancias ha decidido abandonar la ciudad “ruidosa hasta la humillación”, sin saber todavía hacia dónde, lo que alguna vez denominé de forma romántica vida de barrio ahora es ruido bestial... no guardo esperanzas de redención pública nos dice con actitud inquebrantable.



Quizás lo que con esto nos quiere dar a entender, es que vivió en experiencia propia la aparición repentina de algún chillido o la presencia fantasmal de un sujeto manejando una máquina podadora, mientras trataba de resolver alguno de sus entrañables capítulos.



Últimamente me ha costado enorme trabajo lograr retomar la noble actividad de la lectura, y más de la escritura, pero el bullicio que se da en nuestras calles y la aparición de estos diminutos insectos (Aedes Aegipty) ha sido elemento, si no definitivo, si importante para interrumpir y apaciguar mis ánimos para conseguir avanzar un par de líneas.



Tengo que manifestar mi admiración para quienes a pesar de todo lo que asemeja a la incursión en nuestros oídos, de un mosquito decidido a atravesar nuestra piel con su minuto popote, pueden permanecer apacibles manteniendo latente su objetivo, inmaculado su deseo de ver culminados sus deseos sin perder la calma.  Bien, quizás no sea para tanto.


Imagen tomada de www.fotolog.com
CHG, Agosto, 2014

miércoles, 2 de julio de 2014

Jose Emilio Pacheco, un acto de impudicia ejemplar.

Escribir sobre sí mismo, un acto de impudicia ejemplar.
Por Carlos Hernández Guerrero

Gracias por la invitación a Celia Vera para continuar compartiendo nuestros escritos en el muro de la red social, aunque les comento que en lo particular me encuentro retirado de esta noble afición (no recuerdo el momento de mi entrada, si es que alguna vez lo hice), pero me gusta leer lo que otros hacen, principalmente personajes destacados, del cual citaré algunos textos que luego hago algunas reflexiones y si es posible, trabajillos que rayan solo en los lamidos de la crítica. En esta ocasión, ya que estamos conmemorando los 75 años de José Emilio Pacheco y recientemente retirado por los caprichos de la vida que culminan con la muerte (dicho sea de paso).
En 1965 redactaría muy a su pesar "Es ésta la primera ocasión en la cual —por debilidad masoquista que deploro o un germen de exhibicionismo que ignoraba— me atrevo a escribir directamente sobre mí, en un acto de impudicia ejemplar.” nos dice el escritor en un texto autobiográfico.

Pacheco y Fuentes, tomada de imágenes de Google, Sin EmbargoMX
Dados los propósitos de este espacio de las redes sociales, dedicado a la tarea de escribir, donde nos podríamos autodenominar escritores, el mismo Jose Emilio Pacheco parece lanzar disparates contra su profesión adquirida, como muchos de nosotros, al rugir del cañón que no deja de gruñir en el interior pues padecemos de una posesión cuasi demoniaca para plasmar en papel ocurrencias venidas de los túneles de la imaginación. En el trabajo que publica el blog del Círculo de poesía se cita a Salul Bellow (por el mismo Pacheco como introducción a su propio texto) sobre la literatura y sus razones:
“Por una parte la literatura, la trágica y la cómica, pertenece al reino de la felicidad; por otra, los escritores suelen ser infelices perturbados. Nunca se les examinó con tanta atención. Antes no era frecuente que el escritor tuviera que dar explicaciones sobre sí mismo. Cuando el poeta trata de interponerse en la lucha entre Bruto y Casio, lo echan fuera. No le piden que dé las razones históricas por las cuales es poeta. Es demasiado poco para eso. Y creo que su falta de importancia en aquella época era una de sus ventajas. Ahora hay gente dedicada al estudio de los poetas y a fastidiarlos e investigarlos. A ellos, a todos los demás escritores, se les hace —o se hacen ellos mismos— muchas preguntas serias y de peso. Lo cual significa que la sociedad se interesa por la literatura más de lo que se interesaba, o bien que no resiste la tentación de entremeterse en algo relacionado con la felicidad a fin de estropearla de algún modo.”
El Sr., el respetable José Emilio Pacheco trabajó como pocos en la literatura, como escritor pero también era un idealista que compaginaba con una izquierda de antaño. Vivió en carne propia acontecimientos de los años 60’s, sin encabezar ninguno pero de la mano con otros pensadores que luchaban desde su “búnker” intelectual y luego con huelgas de hambre contra las detenciones de gente como Siqueiros y José Revueltas el autor de El Apando, obra digna de todo activista. Consciente pues de su compromiso con sus ideales y el nivel que se puede alcanzar al socializar con una comunidad que comparte intereses comunes, llevó a cabo sus actos de rebeldía que calificó de “románticos” de los cuales consideró solo había obtenido la burla unánime de los pocos que se enteraban. Escribía pues en sus textos acerca de los acontecimientos: “Probablemente la intelligentsia mexicana tuvo razón al burlarse de la huelga en San Carlos; pero quizá haya sido un primer paso para insinuar que, llegado el momento, también nuestros escritores podrían comprometerse personalmente y no sólo en términos literarios o ideológicos”.
Era también consciente del gran poder derivado de la capacidad creativa que poseía, pero nos revelaba con sus reflexiones una obvia intención por hacerse ver, por parecer humilde, detestaba la codicia de los que dominan lenguajes sepulcrales repletos de palabras propias de los elevados diccionarios. Se humilla en sus pensamientos dándonos una leve sensación de comprensión y palmaditas para su laurel que por naturaleza le venía a la cabeza. Decía pues, para que vean por qué lo digo: 
Sin sombra de falsa modestia, me considero un escritor que comienza y vive los años iniciales de un aprendizaje interminable. Alguien sin muchas pretensiones que conoce y explora un mundo menor y limitado. Mi mayor problema literario, fatídico para quien intente la narrativa, es el respeto excesivo por los demás. Me he privado de escribir muchas cosas por el temor de traicionar o herir a quien me dio su confianza. El ejercicio de la poesía libera de toda tentación autobiográfica: ninguno de mis cuentos ha vencido el pudor y no puedo narrar experiencias íntimas.”
Foto tomada de Círculo de Poesia.
Hombre de su tiempo, tuvo el gran honor de convivir nada más y nada menos que con gento como Juan José Arreola, Juan Rulfo, Carlos Monsiváis, Carlos Fuentes, Sergio Pitol, Emmanuel Carballo, Alí Chumacero y era primo del actor Carlos Ancira. Siguiendo su supuesta modestia, se retrate nuevamente sin afán de reconciliación a una etapa temprana de su vida como escritor (recordemos que lo escribe en 1965) y creo que hasta el día de su muerte jamás cambió su visión ni su manera de pensar, ni del mundo, ni de si mismo:
“Es ésta la primera ocasión en la cual —por debilidad masoquista que deploro o un germen de exhibicionismo que ignoraba— me atrevo a escribir directamente sobre mí, en un acto de impudicia ejemplar. Lamento paradójico, pues todo libro es una indiscreción monumental, y un poema se define por ser el impudor quintaesenciado. Pero no hay que pintar con el hocico, día Holbein. Menos hay que escribir con el hocico, y el escritor haría bien en cortarse la lengua. Porque la ración de culpa que le ha tocado expiar a cada hombre para un escritor se manifiesta en el remordimiento de haber hecho mal las cosas, de no poder conciliar sus necesidades de trabajo con el fervor cotidiano que requiere la obra literaria; haber difamado a nuestros amigos, hablado de lo que se ignora, y sobre todo en el horrible malestar de saber que nuestra vanidad no está en consonancia con lo que hemos hecho ni con nuestros actuales esfuerzos.”

En memoria de José Emilio Pacheco, algunas notas tomadas de El Circulo de Poesía: 
Los narradores ante el público, México, Joaquín Mortiz, 1966, 243-263.



martes, 6 de mayo de 2014

Julio Cortázar y la esencia de los primeros teclazos

Por Carlos Hernández Guerrero, Mayo de 2014.

Lo que aquí se presenta se elabora dentro de los propósitos que implica el Taller de escritura experimental impartido por el Instituto Cultural de León (ICL) y que encabeza la maestra Paola Mares, que entre otros, es el de encaminar a individuos como yo en esa fantástica tarea de escribir. Agradezco en forma especial las atenciones de la Lic. Ángeles Suárez Tacotalpan Directora de la Feria Nacional del Libro de León, FENAL 2014.

Mesa Homenajes FENAL, Los Juegos de Cortázar.

30 años ya que partió Julio Cortázar y en estos días en que otros grandes escritores han cumplido con su estancia en el mundo, recordar su obra y legado se vuelve casi obligado. En efecto, en 2014 se cumplen tres décadas sin la presencia viva de Julio Cortázar y 100 años de su nacimiento.  Este pequeño trabajo de reflexión se incrusta en la diversidad de opiniones que se llevan a cabo dentro del gran encuentro de las letras que es la XXV Feria Nacional del Libro de León 2014, FENAL.

Para algunos críticos literarios como Rodrigo Fresán, quien en 2004 nos remontó a una conversación que sostuvo con Francisco Porrúa y publicado en Letras Libres (2004), nos coloca en el espacio íntimo del escritor, como esas reflexiones y cuestionamientos que surgen en muchos de los lectores, preguntas acerca de los motivos que los habrían llevado a desarrollar sus obras literarias, así como los instantes que les rodeaba alrededor de su máquina de escribir.

Ese estereotipo del escritor iracundo, casi desesperado por el parto que implica sacar lo que se ha concebido en su cabeza, soltando ruidosos golpes en el rodillo de una máquina de escribir y que hoy en día, nos parece sorprendente al no contar con las bondades que brindan las actuales computadoras y sus procesadores de textos. A Cortázar le distingue no sólo un estilo, sino una habilidad sorprendente para dejar cuartillas limpias, que implica un desarrollo de la idea de principio a fin, casi sin corregir desde que inserta la hoja en la máquina de escribir al grado de que en 1983, en una entrevista a The Paris Review afirma:

"Esto es consecuencia de que las cosas ya han sido elaboradas en mi interior. Cuando veo primeras versiones de algunos amigos escritores, en las que todo está corregido, todo cambiado, todo movido, y hay flechas por todas partes... no, no, no. Mis manuscritos están muy limpios."

Continúa a la vez Francisco Porrúa, (editor de su obra Rayuela y también de Gabriel García Márquez en Cien años de Soledad) quien confirmaba lo anterior: "Los originales de Cortázar eran de una limpieza casi preocupante. Era algo que casi intimidaba. Alguna vez lo vi en acción, a la hora de escribir una carta; pero nada me hizo pensar que su actitud sería diferente a la hora de las ficciones: inmenso como era, con esas manos, sentado frente a su máquina de escribir que de pronto parecía casi una miniatura, un modelo a escala. Cortázar golpeaba las teclas con fuerza, como si diera martillazos. En realidad, era como si la máquina fuera él: arrancaba con la primera línea y no paraba hasta el final. No dudaba, no corregía, no hacía un alto para pensar en la siguiente palabra. Las letras le salían de los dedos. Te daba la impresión... la certeza de que todo lo que Cortázar escribía lo escribía para siempre."

Argentino pero con nacionalidad francesa y nacido en Bélgica, Cortázar escribió para una sociedad universal, desde su caleidoscopio latinoamericano, Rayuela publicada en 1963 es para muchos su obra cumbre, un efecto en el arte que sirvió para darle un vuelco al estilo que se desarrollaba en los años 60’s del siglo XX y pretende concebir al mundo en diversos tratados de la realidad como son sus libros La Vuelta al día en ochenta mundos y Último round. Graciela Speranza (Letras Libres, 2009) nos lleva a un instante reflexivo que habla de ese vuelco “antes de la literatura de Cortázar, no existía esa amalgama de rigor y gracia, realidad y fantasía, alto y bajo, convicción y desprejuicio. La posibilidad de reunir pasión intelectual y experiencia pura, la adecuación de audacia formal y fluidez narrativa que hoy se celebran en las ficciones del chileno Roberto Bolaño florecieron sin duda en la obra de Cortázar y abrieron una nueva vía para la literatura en lengua española. Bolaño nunca dejó de reconocerlo (“Cortázar, que es el mejor”, dice en un repaso de la gran tradición argentina) y está claro que su “modernismo visceral”, con un fondo romántico y surrealista, abreva en ese camino, en confluencia feliz con la vía regia abierta por Borges.

A los estudiosos y críticos de la literatura reciente cuasi contemporánea donde movimientos artísticos están más revueltos que una receta perdida de la abuela, les toca una labor difícil para saber dónde comienza el verdadero autor y dónde se mezclan las aportaciones de otros escritores que le sembraron sus propias formas (o deformaciones de la realidad) incrustadas en sus propias producciones. Hasta en sus estilos de vida llevan a muchos genios a mantener una distancia con la sociedad que les rodea, pretendiendo detonar sentimientos, luego sembrarlos en el mundo a través de una labor de sus editores a quienes mucho trabajo les queda para esa labor muy semejante a de una sociedad de agricultores, si me es permitido verlo así, con una gran riesgo por fenómenos del ambiente que son ajenos a la voluntad.

¿Dónde está la influencia de Cortázar en la literatura de finales del Siglo XX y principios del XXI?, Los escritores de hoy, desde mi punto de vista, tienen una obligación con la lectura y un nodo medular en los estilos básicos de Cortázar, aunque la discusión sobre conceptos como naturalidad, realismo, lo imaginario y lo fantástico se lo pretenden apropiar gentes de supuesta autoridad intelectual que juzgan y condenan a cualquier atrevido que juega con la palabra y los límites del lenguaje. Quien decida incursionar en una aventura como ésta, la de escribir, deberá ignorar que los ojos del mundo, aunque ciegos, tienen una agudeza natural para colocar sus trabajos en un paredón y ser unos impotentes testigos de su reacción defensiva. Por supuesto Cortázar lo sabía desde un principio, pero lo ignoró, como lo deben hacer quienes tienen una visión de sus propios instintos, de las exigencias de su curiosidad y sueños sin sentarse a meditar en los vacíos, la dureza de las vísceras o virtudes de los posibles lectores.

Fragmento de Rayuela, Capítulo 7 (de mis preferidos y de todos los lectores de Cortázar, supongo):

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

Muchas gracias.
Carlos Hernández Guerrero
FENAL 2014.

lunes, 21 de abril de 2014

Mucho se ha dicho ya

Gabriel García Márquez, mucho se ha dicho ya.
Por Carlos Hernández Guerrero


Al parecer, los escritores, cuando se vuelven famosos, tienen como principal enemigo a su propia personalidad, incluso cuando tratan de huir de ella, jamás se podrán separar. Su obra es un grillete muy pesado y un bastión en forma de navaja que corta sin remedio las conciencias de los lectores, apartándolos o contaminando sus entrañas mentales.

García Márquez no esperaba vivir de la farándula, sino de su propia imaginación, que no era del gusto de muchos lectores, tal como me manifestaron algunos amigos y conocidos que tienen el gusto por leer y escribir desde su propia perspectiva del arte. La literatura hispanoamericana coloca a uno más de los mejores escritores en el pedestal de la inmortalidad y sin embargo, tenemos la fortuna de que el ambiente está repleto de incansables emprendedores de estas aventuradas pinceladas de letras que están esperando la bendición que otorga el tiempo y un número aceptable de lectores aficionados.

Esperemos pues que la fortuna nos permita descubrir las nuevas propuestas que ondean en el ambiente, no para el reemplazo de los ya idos, sino para colocar un ladrillo más en un castillo enorme de imaginarias historias que nos permiten jugar con mundos alternos sin abandonar nuestra realidad, cargada de sarcasmo pero siempre con esperanza.

Gabo partió finalmente, porque habría de irse como todos nos vamos, “uno no se muere cuando debe”, escribió en su más famosa obra Cien Años de Soledad. García Márquez padecía una extraña enfermedad que nos mantuvo durante días especulando sobre su suerte. Su imagen debilitada parecía mostrarnos la naturaleza de un ser al que ya veíamos como inmortal luciendo su flor amarilla en señal de reconciliación con la vida. “Uno no se muere cuando debe, sino cuando puede”, y no precisamente cuando quiere, entonces podríamos concluir que solo hasta ahora, “algo” le permitía al escritor “poder” abandonar el mundo, y entonces podremos especular lo que nos dé la gana sobre sus motivos.  He aquí el fragmento donde lo menciona

Una mañana [Aureliano Buendía] encontró a Úrsula llorando bajo el castaño, en las rodillas de su esposo muerto. El coronel Aureliano Buendía era el único habitante de la casa que no seguía viendo al potente anciano agobiado por medio siglo de intemperie. «Saluda a tu padre», le dijo Úrsula. Él se detuvo un instante frente al castaño, y una vez más comprobó que tampoco aquel espacio vacío le suscitaba ningún afecto.
-¿Qué dice? -preguntó.
-Está muy triste -contestó Úrsula- porque cree que te vas a morir.
-Dígale -sonrió el coronel- que uno no se muere cuando debe, sino cuando puede.

lunes, 31 de marzo de 2014

100 años de Octavio Paz en el mundo, a falta de paz

Por Carlos Hernández Guerrero



La inquebrantable sutilidad del ser, pero del ser mexicano. Sumergidos en nuestra complejidad histórica y genealógica, sin pureza de raza, como diríaalguna vez Vasconcelos "la raza cósmica" que estuviera de alguna manera destinada a poblar el mundo, no siendo el mundo el planeta sino el espacio completo. Nuestra identidad rodeada de innumerables contradicciones, quejoso y exigente al mismo tiempo, virtuoso en el arte, y flojo en sus deberes. Octavio Paz nos intenta describir a través de su obra, y quizás vale la pena rescatar unos breves párrafos en donde sus reflexiones lo llevaron a intentar un estilo de poesía que solo los críticos de la literatura y el arte en general le podrán colocar un nombre que lo caracterice y ubique en el ardid de movimientos del arte del siglo XX. Alguna vez lo escuché, en mis tiempos mozos por supuesto, citar a un poeta latino, Cátulo, acerca de una posible dualidad en el interior del ser, que logra representar un enigma para nuestra naturaleza humana:
"Amo y odio
¿por qué?
no lo sé,
pero lo siento
y me torturo"

El mexicano machista se describe así mismo en el ambiente popular, y lo festeja: "así soy ¿y qué?".

Aquí un fragmento de "El laberinto de la soledad" en el aniversario de su natalicio número 100. Hablemos de Paz, y de la otra paz tan necesaria en todos los momentos de la vida en la Tierra.
...
La simulación es una actividad parecida a la de los actores y puede expresarse en tantas formas como personajes fingimos. Pero el actor, si lo es de veras, se entrega a su personaje y lo encarna plenamente, aunque después, terminada la representación, lo abandone como su piel la serpiente. El simulador jamás se entrega y se olvida de sí, pues dejaría de simular si se fundiera con su imagen. Al mismo tiempo, esa ficción se convierte en una parte inseparable —y espuria— de su ser: está condenado a representar toda su vida, porque entre su personaje y él se ha establecido una complicidad que nada puede romper, excepto la muerte o el sacrificio. La mentira se instala en su ser y se convierte en el fondo último de su personalidad.
SIMULAR ES inventar o, mejor, aparentar y así eludir nuestra condición. La disimulación exige mayor sutileza: el que disimula no representa, sino que quiere hacer invisible, pasar desapercibido —sin renunciar a su ser—. El mexicano excede en el disimulo de sus pasiones y de sí mismo. Temeroso de la mirada ajena, se contrae, se reduce, se vuelve sombra y fantasma, eco. No camina, se desliza; no propone, insinúa; no replica, rezonga; no se queja, sonríe; hasta cuando canta —si no estalla y se abre el pecho— lo hace entre dientes y a media voz, disimulando su cantar:

Y es tanta la tiranía
de esta disimulación
que aunque de raros anhelos
se me hincha el corazón,
tengo miradas de reto
y voz de resignación.

jueves, 30 de enero de 2014

El gusto y fomento a la lectura en León, Gto.

Reflexiones sobre el gusto y el fomento a la lectura en León, Gto.
Por Carlos Hernández Guerrero

Leer buenos libros, es como conversar con las mejores mentes del pasado.

René Descartes.


Es común escuchar en los medios que México es un país que no lee. Me pregunto por qué un chico llamado Félix Cardona venido de Guadalajara se instala en el centro de la ciudad con un cascajo de televisor y un pequeño acervo de 30 libros muestra en un improvisado letrero “te invito a leer”. Según un reportaje de la revista Proceso México ocupa el triste lugar 107 de 108 en índice de lectura“… el índice de lectura de la población general disminuyó de 54.6% en 2006 a 46% en 2012. Esto significa que el mexicano promedio lee 2.8 libros al año, en contraste con España (7.5) o Alemania (12). A pesar de esto, según la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), la tendencia negativa del número de librerías que en 2006 eran 42,045 y 39,999 en 2010 remontó en 2011 hasta alcanzar 40,345 establecimientos.” (Proceso, Abril 2013).

La Fundación Mexicana para el Fomento a la Lectura A.C. (FunLectura), en Enero de 2013 daba cifras muy tristes: el 86% de los hogares en México apenas llegan a 30 libros que no sean de índole educativo, es decir, que sirvan para atender a la obligada escuela, mientras que apenas el 2% de las viviendas llegan a tener 100 o más libros. Según la encuesta llevada a cabo por esta organización, estableció que en los últimos 6 meses el 40% no había leído ningún libro, mientras que el 22% confesó haber leído apenas 2 libros. Un 4% de los encuestados aceptó que lee en promedio un libro al mes (Revista Contenido, Enero de 2013).

No quiero imaginar cuáles serían los resultados si se establece una encuesta sobre el uso de la televisión, los horarios y el tipo de programación que prefiere. Y ¿qué podemos decir de los nuevos hábitos generados por incursión de servicios por la Internet? Según la AMIPCI (Asociación Mexicana de Internet) en 2013 el tiempo de conexión por día del usuario conocido como “internauta”  dedica en promedio 5 horas, 67 minutos más que el año anterior, siendo que el 33% son niños y jóvenes entre 6 y 17 años, mientras casi el 30% oscila entre 25 y 44 años de edad. ¿Cuántas horas diarias dedican estos grupos a la lectura de un libro? El 82% de ellos considera que dedica como principal actividad el acceder a las redes sociales.

Mientras que en Europa ya se reporta que la mayoría de usuarios de Internet lo hacen por dispositivos móviles 76% vs 68% (Márketing Directo, Enero 2012), en México desde finales de 2010 la tendencia se perfilaba hacia el mismo camino. El grupo de edad en México, que más usa Internet está entre 12 y 24 años con el 50%, y el 78% de los hogares mexicanos dicen tener al menos un celular (AMIPCI 2011). La última tecnología de teléfonos celulares tienen capacidad de conectarlos para ser aprovechados en las redes sociales y compartir fotos y música, que son de los principales hábitos de los jóvenes (casi 3.4 hrs en sitios de entretenimiento, comScore Media, 2011). Lo más interesante es que un 46% de estos usuarios son del nivel medio bajo. Por algo hay quienes piensan que el e-Book es una seria amenaza contra la versión impresa, para ello recomiendo un buen texto escrito por Manuel Arias Maldonado "Los futuros del libro" (Letras libres, Agosto 2013, http://www.letraslibres.com/revista/dossier/los-futuros-del-libro).

En el 2007 Gabriel Zaid en la Revista Letras Libres había dado una cifra alarmante que bien pudo haber colocar una alarma en las autoridades y otras organizaciones civiles para haber cambiado el panorama. Dice pues la revista:

Gabriel Zaid en su ensayo “La lectura como fracaso del sistema educativo”. Una de ellas señala que hay 8.8 millones de mexicanos que han realizado estudios superiores o de posgrado, pero que el dieciocho por ciento de ellos (1.6 millones) nunca ha puesto pie en una librería. Luego de mezclar cifras y trazar constantes, el lacónico Zaid concluye: “La mitad de los universitarios (cuatro millones) prácticamente no compra libros.” Luego dice que “en 53 años el número de librerías por millón de habitantes se ha reducido de 45 a 18” en la culta capital. Es decir: a mayor esfuerzo educativo, menos lectores. Esto demuestra algo realmente inaudito: en México la clase ilustrada es aún más bruta que la clase iletrada.
La Encuesta Nacional de Lectura de 2012 se comparó contra la del 2006, arrojando algo increíble (tomado del sitio de Carmen Aristegui Noticias):

La encuesta Nacional de Lectura 2012 reportó una disminución en torno al hábito de la lectura que se tiene en México. En comparación a la muestra realizada en 2006, donde se registró que 56% de los mexicanos leían libros, mientras que el actual estudio arrojó que cifra actual es de 46.2%.
Respecto al número de libros que leen los mexicanos por año; la cifra fue de 2.94.
De acuerdo al estudio, el 43 % de los mexicanos cada vez leen menos; 34% lee la misma cantidad de libros, y sólo 22% ha aumentado en su lectura.
El documento subrayó que las principales razones expresadas por los mexicanos para no leer, o por las cuales no leerían, se encuentran: por falta de tiempo, por dedicarse a otras actividades recreativas o porque no les gusta leer.
Por sectores de edad, el grupo de entre 12 y 17 años siguen leyendo igual o más en comparación con el resto de los grupos de edad.
in embargo, se observó una caída en la frecuencia de lectura a partir de los 18 años, edad a la que la mayoría de los jóvenes terminan sus estudios y es cuando leen menos, incrementándose la disminución de lectura notablemente con el aumento de la edad.
Además, se indicó que las dos terceras partes de la población leen por placer menos de 30 minutos diarios o su equivalente si leen un día a la semana por una o dos horas.
Se puede consultar en línea descargando la información en: http://sic.conaculta.gob.mx/publicaciones_sic.php

Se puede diferir en cuanto a estas cifras, nuestra percepción sobre estos datos también se pueden comparar de acuerdo a nuestra propia experiencia. Estas cifras quizás son variables dependiendo del grupo social, grupos de edad, de la situación geográfica, la situación socioeconómica, etc., sin embargo considero que en la sociedad leonesa no está muy lejos de dichos números. Una mejor posición social no implica mejores hábitos, ni la pobreza, aunque siempre limita, no implica necesariamente la pérdida de la necesidad de la lectura.

La misma encuesta nacional de lectura informa sobre Las características sociodemográficas de este perfil lector en literatura (que no son revistas o académicos) son las siguientes:

·  Una ligera participación mayor de hombres (5.2%) que de mujeres (4.3%).
• Por edad, la representación es muy alta para el grupo de 46 a 55 años (9.2%) y en menor medida de 23 a 30 años (6.0%).
• Por escolaridad, tienen mayor representación las personas con primaria incompleta (6.5%) y preparatoria incompleta (6.0%).
• Por grupo socioeconómico, tienen una mayor representación los niveles medio (7.5%) y bajo (5.0%).
Acerca de la disponibilidad y acceso a materiales de lectura:

Sólo 9.5% de los integrantes de este grupo no posee en sus hogares libros que no sean de texto en el hogar, 36.9% posee entre uno y 49 libros de este tipo y 14.4% posee más de 50.

12.5% ha comprado libros, 60.5% los ha recibido prestados por una biblioteca o sala de lectura, a 7.3% se los ha prestado un amigo o familiar y 17% los ha recibido regalados.

Por otro lado, los encargados de promover la lectura se enfrentan a un cúmulo de mensajes invadidos de ideas comerciales de consumo, vendiendo estilos de vida en un mundo competido por colocar las mejores marcas de bebidas, autos, ropa y otros artículos que dictan la moda y el estatus quo. Leer no es pues una alternativa para salir adelante con el factor “necesidad”. La vida acelerada de los centros urbanos, inhibe cualquier sentido de colocar en la mente los elementos indispensables para sacar de nuestras vidas las rutinas castrantes, responsables de una falta de visión de mundo con justicia, que sin duda, lo facilita una sociedad más crítica y fundamentada en sus formas de pensar y de juzgar.

Esto último en cierto modo, es el propósito de lograr una sociedad lectora. ¿Acaso no les ha tocado escuchar a ciertas personas cuando comentan que ven ningún sentido en la lectura? Da miedo pensar que sean muchos, pero muchos los que así juzgan. Piensan que 1 hora o 30 minutos diarios frente a un libro es tiempo perdido, sin embargo, durante un diálogo sobre conocimiento y desarrollo de alternativas para plantear y solucionar problemas, destacan de inmediato quienes han tenido la oportunidad de digerir varias obras y de diversos géneros.

Una persona lectora es quien ha decidido dar ese paso inmenso hacia un espacio que en principio, se presenta misterioso. Un lector ha incursionado poco a poco en los laberintos que ponen en duda hasta su propia identidad. Quizás por eso, muchos prefieren la indiferencia lejos de los libros, aunque muchas veces no quieren perder su derecho a opinar colocando mensajes equivocados, cargados de faltas de ortografía y frases que acarrean una combinación de risa y tristeza entre las redes sociales donde se desenvuelven.

Ante esto, me permito citar las opiniones de personas que opinaron acerca de la nota que habla sobre la situación de la lectura en México según el portal de Aristegui noticias:

que onda con mexico y q verguensa

es una verwuensa para mexico y todo x la maldita tecnologia.”

quien lo hiba a pensar, yo en lo personal digo que esto es una verguensa para cada mexicano

*Evito colocar aquí los supuestos nombres de los que así opinaron, si gustan verlos aquí les dejo el link: http://aristeguinoticias.com/2711/kiosko/4-de-cada-10-personas-leen-en-mexico-revela-encuesta-nacional/

El lector es un atrevido, que rompe un esquema social y cultural, que puede ser víctima de la soberbia de otros pocos, cayendo en las trampas de supuestos especialistas de la literatura actual y de antaño. Promover la lectura tampoco debe caer en la tiranía de los intelectuales, donde muchos de ellos navegan con la bandera de la “honorabilidad”, la pulcritud del lenguaje y un vasto acervo de títulos literarios consumidos para justificar una supuesta autoridad ante la opinión pública.

En voz del Prof. Víctor Hernández G., maestro y Director de escuela con experiencia por 30 años, “el poder del conocimiento lo siguen teniendo muy pocos, ya que  políticamente es mejor tener un país de iletrados fácilmente manejables que aquellos que por educación se rebelan ante las injusticias a causa del conocimiento”. Recordemos a fin de cuentas que estamos en una sociedad de ignorantes que lucha contra ese calificativo, a pesar de las opiniones que hablan de grupos de poder que le interesa mantenerle ese estado lacónico, y que puede superarlo dada su capacidad histórica de superar innumerables situaciones terribles de pobreza y crisis económicas. Pero que depende en gran medida de la combinación de voluntades y acciones de personas y grupos que ya pasaron del trillado “acto de conciencia”.

El fomento a la lectura en León.

En el municipio de León, Gto., existe un proyecto que pretende fomentar la lectura entre los jóvenes y niños, estimulándolos económicamente y que se otorga mediante una beca, según se explica en un discurso, que está abierto a la participación de estudiantes de secundaria y preparatoria, a quienes les basta con leer 10 libros y acreditar su comprensión mediante una evaluación para obtener un estímulo económico de cinco mil pesos en el caso de alumnos de secundaria, y seis mil pesos para estudiantes de educación media.

Según la Administración pasada informó en 2012 que la Dirección General de Educación del Municipio realizó la segunda entrega de Becas Lector que tras dos años de operar ha logrado la participación de ocho mil 114 estudiantes y la lectura de 62 mil 443 libros con una inversión de 16 millones 940 mil pesos.

En cambio, la Administración actual 2012-2015 de la priísta Bárbara Botello Santibáñez, según el Primer Informe de Gobierno, otorgó 11 millones 724 mil pesos repartidos en 5 mil 022 becas por medio de los programas Becas Lector y Becas León que corresponde al ciclo Escolar 2012-2013. Esta inversión logró la participación de 576 estudiantes de primaria y 133 de universidad dentro del programa Becas León mientras que en Junio dentro del programa Becas Lector se beneficiaron a  790 alumnos de primaria, 1 mil 061 de Secundaria y 627 de preparatoria, con un monto que asciende de 3 millones 272 mil 118 pesos.

La Feria Nacional del Libro de León (FENAL) a través del Programa Nacional de salas de lectura del CONACULTA acondicionó paraderos en espacios públicos para acercr a los transeúntes a los libros. Ángeles Suárez Tacotalpan Directora de la FENAL afirma “Hemos logrado reunir a unas 3 mil 500 personas que han leído con nosotros. En su gran mayoría son niños y adultos mayores”. Se han logrado obtener 360 libros donados por CONACULTA en un programa al que denominaron “Todos a leer” y bajo el lema “leer con sentimiento y emoción” se pretende acercar a más lectores con actividades diversas en dos sitios como La Plaza de San Juan de Dios y los patios de la Biblioteca Central Estatal del Forum Cultural.
(http://institutoculturaldeleon.org.mx/icl/story/338/Paralibros-para-leer-en-voz-alta-y-al-aire-libre#.Uumrc_l5MmM)

En números para estos casos de gobierno se escucha muy bien, sobre todo cuando hay una competencia política por mostrar resultados ante la opinión pública, por eso pienso que la competencia, aunque sea en materia electoral, siempre es buena. Como estrategia para acercar al ciudadano común a los libros también se entiende, sin embargo, ¿cómo lograr que el lector se pueda crear sin necesidad de perseguir un beneficio económico? Parece que la labor es todavía más complicada, ya que difícilmente podemos darnos cuenta si el "beneficiado", una vez que logró el objetivo del dinero, volverá por el simple gusto de buscar alguna otra obra que no esté dentro del paquete obligado de lectura. El término "beneficiados" debería dejar en claro que el gasto del erario público se ve representado en una cifra que indique un incremento en las consultas de libros una vez aplicados los programas de becas en la red de bibliotecas públicas municipales, dando seguimiento a los usuarios registrados verificando que ahora son lectores que han adquirido el gusto y por consiguiente un buen hábito. Las acciones paternalistas tienen siempre un efecto paradójico, un efecto contrario al efecto deseado, a los que el Prof. Víctor Hernández G. llama irónicamente "gorreando la cultura".

Considero ante esto, la responsabilidad de fomentar la lectura en la sociedad, no es exclusiva de un gobierno, ya que la educación comienza por la primera institución y célula de la sociedad: la familia. Los padres de familia se formaron en una cultura que desprecia los libros, incluso cuando lo ven conveniente, es necesario que los hijos acudan a una biblioteca porque sirve como guardería, lo cual tiene algo bueno. El problema es que los bibliotecarios deben cumplir una función especial para dar atención a niños que entran en contacto con los libros de manera accidentada (además de sus múltiples actividades para administrar y proteger su acervo bibliográfico). Acto seguido, los padres no dan seguimiento a lo que hayan aprovechado de ese lugar, pues no era su interés la lectura sino permanecer relativamente seguros mientras atienden asuntos de diversa índole, como el trabajo o el simple hecho de no tenerlos en casa.

Las estrategias de fomento a la lectura se deben complementar con acciones de reunir suficiente información para evaluar con precisión sus resultados. Ante esto, la autoridad y los encargados de promover los libros deben plantearse como categorizar a las personas que acuden a la biblioteca pública, el modo en que seleccionan sus lecturas, los géneros y autores preferidos, además de recolectar sus datos generales como edad, grado de estudios, escuela de la que provienen, rumbo de la ciudad y sexo. El rumbo de la ciudad es importante porque mediante sistemas de información geográfica, puede informar a la autoridad sobre los sitios de donde provienen y la necesidad de acercar estos espacios a la comunidad, en combinación con las cifras que arrojan el número de usuarios.

Por otro lado, toda una red de contactos con las escuelas para verificar que por lo menos una vez a la semana acuden a alguna biblioteca o bien, dedican un tiempo determinado para leer un libro diferente a aquellos que son de texto escolar. Los jóvenes, deben compartir y debatir sobre sus experiencias con los libros, mediante mesas de trabajo en donde se discuta de manera abierta dejando abierto los estilos de lenguaje, cuidando desde luego el respeto y la tolerancia a las diversas formas de opinión.

La idea tiene desde luego muchos factores en contra, sobre todo cuando los maestros deben cubrir un plan de trabajo donde se fijan prioridades diversas. La lectura está contemplada en las materias de estudio que se cubren en horarios muy fijos y una capacidad de carácter intelectual para convencer, primero al maestro y luego estos a los alumnos sobre la importancia de leer, logrando de algún modo el gusto por abrir un libro. Lo del debate entre los estudiantes sobre lo que se lee, se daría entonces por añadidura en sus encuentros de ociosidad y esparcimiento.

La Feria Nacional del Libro de León que organiza el Instituto Cultural de León, publicó en su sitio que en 2013 se alcanzó una cifra de 93 mil 477 visitantes (un 10% más que el año anterior) y un estimado en ventas de 5 millones 850 mil pesos. En una ciudad de 1 millón 436,480 habitantes, de los cuales consideramos que según el INEGI hay 1 millón 133,981 personas mayores de 5 años (Consúltese México en Cifras en www.inegi.org.mx) que pudieron haber visitado el evento, podríamos suponer que aproximadamente un 8.2% de la población está interesada adquirir algo para la lectura, aunque esta cifra puede considerar aquellos que la visitan por lo menos un par de veces, las visitas escolares guiadas y los visitantes que no son de la ciudad. Tremenda labor tendrán los responsables de estos eventos para atraer a más personas mediante una promoción exhaustiva en los medios de comunicación y a través de la red de contactos en las escuelas públicas y privadas.

El consumo de libros mantiene a la industria cultural de la literatura en un letargo económico (según la Encuesta Nacional de Lectura 2013, el 45.7% de los entrevistados su principal acceso a la lectura es con libros comprados, mientras que el acceso a libros de una biblioteca es del 10.2%). Existen esfuerzos especiales bajo iniciativa de personas con un gran deseo por poner los libros al alcance de la población, sobre todo a precios económicos y en plazas públicas por donde transita. El evento denominado “Libreros de ocasión” (http://issuu.com/prensaicl2010/docs/programa_libreros_de_ocasi__n ) promovido por Biblionia y el Instituto Cultural de León, coordinado con entusiasmo por  Miguel Ángel Ochoa R., se desarrolló en la Plaza Fundadores de León, Gto. y en sus carpas se podían apreciar letreros con precios de 5, 10 y 20 pesos. Libros de gran valor, de todo tipo y género destacaban por ser de medio uso y ediciones añejas, pero también otros títulos más actuales que variaban en precios más altos. Mucha gente hacía un alto en su marcha para poder analizar lo que a simple vista es una ganga, además algunas charlas de escritores y otros artistas se realizaban al mismo tiempo en medio de la algarabía que distingue una plaza pública.
Desafortunadamente para los objetivos perseguidos, varios de estos eventos apenas cubrían la mitad de los asientos destinados para los oyentes, y una plática interesante sobre la importancia del libro de ocasión con Ema Rangel quien está a cargo de la biblioteca pública municipal Ma. Esther Valtierra y el mismo Miguel Ángel Ochoa, donde hicieron excelentes recomendaciones de lectura, se pospuso 2 días y luego tuvo un retraso de casi dos horas desarrollándose en un horario nocturno donde apenas una decena de los escasos paseantes hacía un alto para tratar de comprender lo que ahí se exponía. Si estos eventos se desarrollan cada año, será más difícil colocar en la mente de los ciudadanos el interés por allegarse un libro, valorar el tiempo que se invierte en digerir la literatura y ayudar un poco a la economía de los que intentan vivir de la cultura de los libros.

Pero el problema principal, desde mi punto de vista, insisto, viene desde casa. Como revelaron las encuestas antes citadas, se cuenta con un acervo bibliográfico muy pobre en la mayoría de los hogares. De este modo, la escuela podrá ejercer algún tipo de instrumento para que los alumnos puedan leer, pero se pueden enfrentar a la autoridad principal de la familia que siguen mirando la lectura como intrascendente en la vida educativa de sus hijos.

Quizás quien esto lee, puede pensar que entonces el panorama es no sólo difícil, sino una aventura sin fin.

La literatura y la aportación de Hollywood

Un factor interesante que ha logrado colocar el interés por la lectura, ha sido el contacto de los jóvenes con el cine.

Una vez que se ha estrenado una cinta filmográfica, les parece interesante, a los jóvenes, el poder contar con la obra literaria que dio origen al guion cinematográfico. Por ahí tenemos por ejemplo las obras de Dan Brown El código DaVinci y Ángeles y Demonios, así como un conjunto de zagas como al afamado Harry Potter de  J.K. Rowling, Narnia de C.S. Lewis, El señor de los anillos de R.R. Tolkien, los Juegos del Hambre de Suzanne Collins, y un interminable etcétera que han logrado atraer a cientos de fans que una vez que disfrutaron del sétimo arte, ahora buscan colocar el libro en su biblioteca particular.

No olvidemos que primero fue la obra literaria y enseguida, dado el éxito obtenido, vino el interés económico por llevarlo a las salas de cine. Por otro lado, tal parece que existe una larga lista de producciones literarias que aún no han sido descubiertas por la industria del celuloide, tal como lo menciona  Jorge Ramírez Orsikowsky en su artículo Filones literarios que aún no explotó Hollywood (http://noticias.lainformacion.com/). Por otro lado, las cadenas televisoras como HBO apuestan también a llevar a transmisión las series de escritores de habla inglesa como Stephen King, Michael Chabon y Neil Gaiman, entre otros debido al éxito reciente de programas como The Wire o Mad Men, se lanzarán por ganadores del Pulitzer (Roberto Careaga C., Diario La Tercera, diario.latercera.com) . Si este empuje mantiene su auge, habrán de acercar cada vez más a millones de personas a un estilo de literatura fantástica, que si bien no es del agrado de muchos otros, algo habrán logrado en el propósito de favorecer el hábito de leer.

Como estrategia a manera de recomendación, es reunir un acervo importante de zagas fílmicas creadas a partir de obras literarias, de manera que se pueda reproducir al público la primera parte en pequeñas salas, y una vez que termine la función invitarlos a conocer del acervo, la obra impresa con que cuenta la biblioteca pública. Si llegan a interesarse, podrían preferir continuar con la lectura de la colección completa antes de elegir el filme. De cualquier manera, aunque esto no ocurra, el esfuerzo por imitar el éxito de Hollywood no está por demás. Aunque el cine de arte es lo menos solicitado y muchas obras clásicas de literatura también han sido llevadas al celuloide, estamos hablando de producciones con éxito comercial que se podrían negociar desde las esferas legales para permitir a las instituciones educativas contar con estas facilidades (lo veo complicado pero como idea puede ponerse a prueba: filme + libro).

Por otro lado, la incursión numerosa de venta ilegal de discos pirata por toda la ciudad, garantiza la presencia de estas producciones fílmicas en cada hogar que cuenta con reproductores de DVD y Blu-Ray (para colmo y tristeza de la industria cinematográfica). La facilidad de contar con las obras en estos formatos digitales audiovisuales, va en contra del gusto por adquirir los libros que obviamente tienen un costo mucho más alto.

Existen muchas más acciones un tanto aisladas para el fomento a la lectura, tanto en el sector público como en el privado, imposible numerar y describirlas todas. El hábito de la lectura se enfrenta al de digerir cómodamente en una sentada de dos horas un producto que coloca las intenciones del director en la mente del espectador, acompañado de una serie de efectos visuales y de sonido sin faltar los obligados alimentos chatarra, a pesar de un supuesto aumento de los impuestos.